
MDA TEAM
La adoración a Dios y la dirección de alabanza han formado parte importante de nuestras vidas. Es un honor dirigir la alabanza, puede ser a veces frente a diez personas, a veces frente a miles. Pero el número de personas delante de nosotros no es lo más importante; no cambia ni tiene influencia en la manera en que adoramos. Nuestra audiencia siempre ha sido y será de Uno solo: Jesús. Por lo tanto, mi adoración y mi motivación no cambia, es y siempre será darle toda la gloria a Dios con todo lo que soy y servirle de la manera más excelente posible. Adorar a Uno, inspirar a todos es un llamado a ser excelentes y excelsos en nuestra adoración al Único digno de gloria, Jesús. ¡Que todos a nuestro alrededor sean atraídos y movidos a unirse a esa misma experiencia!
